En 1845, los Estados Unidos anexó a Texas como estado, aunque México continuó reclamando el territorio. En 1846, la disputa sobre Texas se convirtió en guerra. Durante los siguientes dos años, el conflicto sangriento mató o lastimó a aproximadamente 44,000 personas. México cedió la mitad de su territorio nacional a los Estados Unidos. La batalla de TemascalitosEl día de Navidad en 1846, las tropas mexicanas lucharon contra las tropas estadounidenses a unos 60 kilómetros río arriba del Paso del Norte. Las tropas estadounidenses, en su mayoría voluntarios de Missouri, invadieron desde Santa Fe, Nuevo México hacia el sur. La Batalla de Temascalitos, un pequeño combate, ilustra una conexión local con el conflicto internacional. Un soldado mexicano llevó este banderín en la batalla de Temascalitos. Los lanceros a caballo ondeaban tales banderas en sus armas. Un regimento de artillería proveniente de Missouri capturó éste después, en la batalla de Sacramento, y ha sido preservado por la Sociedad Histórica de Missouri. «Libertad o Muerte» aparece pintado en la parte trasera. Una réplica del banderín está exhibida en el museo del monumento conmemorativo nacional Chamizal. Una perspectiva mexicana«El enemigo hace su fuego; primero por cuartas, por mitades y en seguida graneado; pero bien pronto la primer fila de su batalla se desordena, y huye hacia el bosque, donde los oficiales se esfuerzan por hacerla volver á la acción. Ponce manda entonces tocar á degüello, y aquel toque ¡circunstancia inaudita! bien ó mal ejecutado por el corneta, maliciosa ó equívocamente interpretado por la caballería, ¡es la señal de retirada!» Se cita aquí Apuntes para la historia de la guerra entre México y los Estados Unidos, lo cual es una compilación de relatos escritos por various autores. La tradición atribuye esta cita al padre Ramón Ortiz, activista político y residente de El Paso del Norte cuando sucedió la batalla de Temascalitos. Una perspectiva estadounidense«Avanzaron más cerca y seguían avanzado, vaciando descarga tras descarga hasta que el sonido de las balas sobre nuestras cabezas me hicieron recordar una tormenta de granizo. Esperamos impacientes la voz de mando. Fue una larga espera. “¡Fuego!”». —Soldado William H. Richardson, traducido de su diario personal (en inglés). |
Última actualización: December 17, 2021