En julio de 1963, después de trece meses, los negociadores estadounidenses y mexicanos finalmente llegaron a un acuerdo. El 29 de agosto, el Ministro de Relaciones Exteriores Manuel Tello y el Embajador de Estados Unidos Thomas C. Mann firmaron la Convención de El Chamizal de 1963 en la Ciudad de México. Todavía no terminaba lo más difícil. Implicaba compromisos y sacrificios para que el acuerdo de papel se convirtiera en una práctica realidad.
El Gobierno de Estados Unidos compró propiedades privadas y comerciales para poder entregar terreno a México y así resolver la disputa sobre El Chamizal. Casi 5600 residentes en tales vecindarios de El Paso como Río Linda y Córdova Gardens tuvieron que mudarse. Los propietarios recibieron al menos el valor justo en vigor en el mercado y fueron reembolsados para los gastos de mudanza entre otros.
Perspectivas Personales
William Bass
«Estoy muy satisfecho».
William Bass
Para un proyecto de grabar relatos orales sobre El Chamizal, William Bass, un residente desplazado, dió una entrevista en 1994. Este extracto presenta su perspectiva cuande se aplicaba la Convención de El Chamizal. La entrevista se realizó en inglés. Este extracto ha sido traducido y grabado en la voz de un actor.
Pero allá, más que todo era amigable ¿ves? Todos se juntaban. Si tenías una fiesta, todos iban. Así que, como dije, no me estoy quejando porque, como dije, me gusta aquí. Es agradable y tranquilo. Es un buen vecindario. Está cerca de todo. Así que estoy muy satisfecho. Todos estaban, ya sabes, como dijeron, «Vamos a conseguir más [por nuestra casa en El Chamizal] de lo que pagamos por ella». Pues, es que yo me estaba preparando para comprar otra casa de todos modos. Así que cuando nos dijeron sobre El Chamizal dije, «bueno,» dije algo como «creo que está bien».
Ana Parra
«Nos dijieron que nos iban a pagar todas las pérdidas pero no fué así».
Ana Parra
Para un proyecto de grabar relatos orales sobre El Chamizal, Ana Parra, dueña de un negocio desplazado, dió una entrevista en 1994. Este extracto presenta su perspectiva cuande se aplicaba la Convención de El Chamizal.
Nosotros teníamos cinco años viviendo ahí, en la calle doce, teníamos la tienda que se llamaba Los Alamos. A mi señor Ie afectó mucho y creía que si le quitaban ahí ya no iba a hacerla en otra parte. Iba a juntas y iba pero nunca salió bien. Nos dijieron que nos iban a pagar todas las pérdidas pero no fué así. No más nos mandaron la troca para que nos saliéramos. Nosotros no sabíamos nada de allá, salíamos a las calles y toda la gente se había ido, mucha gente nos quedó debiendo. Así es que cuando nos venimos casi no traíamos mercancía, y mi esposo estaba en la creencia que le iban a pagar las pérdidas pero nada más que era la troca le mandaron.
Javier Loera
«Antes que nada, lo más importante son nuestras tradiciones… deben continuar… como tribu, debemos ser respetuosos y seguir con nuestras ceremonias y tradiciones».
Javier Loera: Continuar las tradiciones
El Dr. Mark Calamia, administrador del programa de recursos naturales en el monumento conmemorativo nacional Chamizal, entrevistó a Javier Loera, Capitán de Guerra del Concilio de la tribu Ysleta del Sur Pueblo. Este extracto de la entrevista presenta la perspectiva de la tribu acerca de varios aspectos de la disputa sobre El Chamizal y su resolución. La entrevista se realizó en inglés. Este extracto ha sido traducido y grabado en la voz de un actor.
Mark Calamia: ¿Qué opina sobre el acceso de ahora? El acceso al río para hacer especialmente lo que se necesita hacer como tigua. Javier Loera: Es una contrariedad. A veces es muy frustrante. Tener que solicitar a todas estas agencias gubernamentales en la frontera. Tenemos que pedir permiso previo o por lo menos con un mes de anticipación para poder estar en estas áreas donde tenemos nuestras actividades tradicionales. Y a veces es muy frustrante porque hay personal que nos queda viendo de arriba, nos vigilan en estas mismas actividades ceremoniales que hacemos y eso es como una falta de respeto. Básicamente, es un sacrilegio que nos observen a distancia. Estas son ceremonias de mucho orgullo y se nos debe otorgar el derecho, como indígenas, para practicar nuestras actividades y ceremonias religiosas… Sí, esta área es a donde vamos para todas nuestras ceremonias y actividades, pero tenemos que tener permiso para poder estar allí… Hay… hay un gran muro que se está construyendo, esa cerca. Y eso también impide. La situación política en el momento es un impedimento, la construcción de esas cercas o muros, lo que sean. Es un factor también. Pero estamos hablando de nuestras ceremonias y nuestras actividades religiosas y tradicionales que debemos conservar y continuar. Mark Calamia: Para continuar quisiera preguntar—¿Qué piensa la gente de Ysleta del Sur Pueblo sobre el Tratado de El Chamizal dado que el pueblo no participó en su desarrollo? Javier Loera: No nos invitaron a esta, ¿qué fue? ¿una ceremonia? ¿o inauguración? Porque en ese tiempo no habíamos conseguido reconocimiento federal. La tribu no tenía aún reconocimiento federal. Así que no nos mezclamos mucho durante los años antes de que nos reconocieran. Éramos, éramos solo un pueblo dentro de los límites de la ciudad de El Paso. Solíamos, como pueblo tribal, mantenernos alejados de todo el movimiento político de aquellos años. Pero supongo que si nos hubieran invitados podríamos haber ido… porque nos invitaron a otras inauguraciones: la represa Elephant Butte y todo eso. Hubiera sido bueno invitar a nuestro cacique durante esa época… Me preocupa mucho a mí y nuestro pueblo, y hablo de parte de nuestro cacique, que entremos en estos diálogos, estas comunicaciones… estar en mayor comunicación con varias agencias federales… Antes que nada, lo más importante son nuestras tradiciones. Y como dije, deben continuar. No importa cómo o de qué modo. Porque para nosotros, como tribu, debemos ser respetuosos y seguir nuestras ceremonias y tradiciones. Eso es lo más importante para mí.